lunes, 23 de noviembre de 2015

ORGULLO NACIONAL



Lo hemos visto, lo hemos oído, incluso lo podíamos haber imaginado antes de que ocurriera: Francia ha reaccionado a los salvajes asesinatos con orgullo nacional, con patriotismo, con unidad. La Marsellesa se ha convertido en el himno de los que luchan contra el terror, los colores de la bandera francesa, el símbolo de la resistencia y la fortaleza ante la barbarie irracional de los yihadistas.
Comenta Cayetano González en Libertad Digital que siente envidia sana cuando compara la reacción francesa y la española tras el 11M. No sé si la envidia puede ser sana alguna vez, pero lo que seguro no tiene que ser sano ni para para quien lo dice, ni para quien lo escucha son las palabras de Willy Toledo tras el suceso: “Hollande es responsable” o las de Beatriz Talegón: “La OTAN también es culpable” o las de Máximo Pradera: “ISIS es el hijo monstruoso del trío de las Azores”. Aquellos que justifican actos sólo movidos por el odio, solo pueden estar motivados por resentimiento. Aquellos que convierten a las víctimas en culpables solo pueden ser esclavos de un sectarismo ideológico de lo más perverso.
Spain is different. Reconozcámoslo, no todos somos capaces de aceptar que nada justifica, ni siquiera motiva, actos de crueldad infinita. No todos somos capaces de ver que actos como los de París no se deben a ningún acto político concreto, a ningún error de Occidente, ni de sus líderes, a ninguna razón, porque en suma son actos de lo más irracional. Son actos de barbarie, actos solo motivados por sentimientos, por pasiones, por instintos asesinos, por ira, odio, por lo más bajo en que puede caer el ser humano.
No todos lo hemos comprendido y eso hace que se entiendan muchas cosas. Si entre nosotros hay gente que es capaz de justificar actos así y de utilizarlos para dividirnos ¿Qué podemos esperar de ellos cuando la unidad de España se cuestiona? ¿Qué racionalidad podemos esperar de ellos cuando critican el “sistema” establecido? ¿Qué credibilidad les podemos dar cuando dicen que buscan el bien social y la igualdad, si ni siquiera somos iguales para rechazar lo más ruin del ser humano? Está claro: no PODEMOS darles ninguna, si ni siquiera son capaces de identificar los actos del odio.
Hace poco más de un mes, escuchábamos las críticas a nuestra fiesta nacional, el rechazo a nuestra historia y a nuestro orgullo patrio de algunos destacados dirigentes políticos, ¿Cómo esperar de ellos que se agarren a la bandera cuando nos amenazan a todos? No entienden que la bandera está para estas cosas, para cuando de verdad la nación está amenazada; para que sirva de símbolo de unidad y de fortaleza. Otros usan la suya para dividir, para diferenciarse de los que piensan que no son como ellos. Y otros la pasean cuando ganan al futbol; pero los franceses saben para que sirve, y como los franceses lo saben los estadounidenses, y los británicos… y los alemanes, y los rusos y hasta los tunecinos tiraron de orgullo patriótico cuando fueron golpeados por los yihadistas. 
Porque si de algo es culpable Occidente, no es de crear yihadistas, sino de abandonar a todos los que con escasos recursos luchan desde hace años contra ellos en Libia, en Irak, en Siria y en otros lugares. Porque, aunque no se entere ni Willy Toledo, ni Talegón, ni otros muchos; las primeras víctimas de los yihadistas han sido los habitantes de aquellos países, muchos musulmanes y otros muchos cristianos también, asesinados diariamente en aquellas partes del mundo y olvidados en ésta nuestra llamada Occidente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario